sábado, 16 de julio de 2016

Momento ¿erotico?

Estábamos en un antro, las luces, azules, amarillas, verdes, entre otras, bailaban por el lugar, la música nos hacía mudos, nadie podía decir nada ya que no seria escuchado, sólo había una forma de comunicación, con beso un inicio, sentí su lengua hasta lo más profundo de mi boca, chocaban nuestros dientes una que otra vez, sus mordidas a veces eran un poco más fuertes, sus manos sin importar público, se pasearon por arriba de mi ropa, mis senos se excitaron, mis manos se pasearon por el bulto de sus pantalones, mi boca se volvía loca por lamer su pene, de sentir tanta humedad, de escuchar ese momento, escuchar como el líquido suena con los choques como cuando alguien está comiendo, como cuando un perro toma agua, solté un suspiro, pase mi lengua por su labio, lo tome de la cara, me aferré a ese beso, me levanto mientras nos besábamos, caminamos hacia la salida, nos dirigimos a un motel, la espera no nos detuvo, nos besamos en el auto, saco uno de los pechos así como cuando una mamá amamanta a un bebé, lo chupo, sin evitar ruidos, lo mordió algunas veces con suficiente fuerza, pasó su lengua como si fuera una paleta de hielo, paro las trompas y beso el pezon, beso desde ahí hasta la boca, besos con las trompas, soltó un chupetón en el hueso que se asoma del cuello, beso mi barbilla, lamió mi cuello, regreso a mi boca.
Lo apreté a mí, nos besamos con fuerza.
Saque su pene, por la bragueta, lo lami de manera exagerada, el soltó un suspiro, entonces se acercó una señora a avisarnos del cuarto vacío, me levanté pronto, nos sonreímos mientras el se cubría, todo era tan excitante, mi sexo ya sentía una extraña palpitación, era como un grito para ser penetrada; Se estacionó en la cochera del cuarto, me abrio la puerta del auto, me puse mis tacones y subimos al cuarto, prendimos las luces,  el cuarto estaba frío.
Una hora antes me había tomado una pastilla, tachas, entonces empezaban a hacer efecto, las luces se movían, eran más brillantes, todo lo quería tocar, para  sentir.
El puso música en youtube, interpol, arctic monkeys, arcade fire.
Yo me acosté, sentí las cobijas, lo mire, con su aspecto ñoño, lentes de pastas, alto, delgado, cabello con gel y corto, tenia 30 años, me gustaba demasiado
Sonrió, esa sonrisa que sólo tiene cuando está drogado, borracho o exitado, era  sonrisa de un pervertido.
Yo traía un vestido que representaba bien lo que era, chica de 18 años curiosa, que le gustaba sentir cosas nuevas, un poco rebelde.
Me quito los tacones, yo estaba un poco adormilada, me beso las piernas, me acarició los chamorros, hasta que sus manos subieron, entraron por la falda del vestido, hizo a un lado mi tanga sin quitarla, acarició, luego acercó su boca mordiendo las piernas hasta llegar exactamente ahí, lamió y lamió, excitandome tanto, haciendome soltar algunos gemidos, un tanto era dolor y otro tanto excitación, pues yo era un poco virgen, duro el tiempo suficiente ahí abajo, me quito el vestido, sus ojos recorrieron mi cuerpo, mis pechos, mis pezones, deseoso de chuparlos, miro mi abdomen, mis piernas, mi sexo
Me senté, nos besamos, le quite la ropa, bese sus pezones, me quito el sostén.
Mis pechos desnudos, firmes por la juventud.
Su pene erecto y duro, demostrando virilidad.
Los suspiros, la piel eriza de tanta excitación, una sensación de estar bajando una montaña rusa.
No sabía si tanto placer era producido por su boca, o por las drogas, pero era un hecho, estaba excitada, muy mojada.
-Que rico - pronunciaron sus labios, con una voz gruesa, y un poco ronca.

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